CUÁNTO VALE TU NEGOCIO
- clubdemprendedores
- 30 oct 2015
- 7 Min. de lectura

Independientemente del giro al que pertenezca tu negocio, existen muchos elementos que lo hacen valioso, la maquinaria, la marca y el fondo de comercio, esto aunado a el equipo humano y el posicionamiento en el mercado son elementos más que indispensables a la hora de poner precio a un negocio. Todos estos factores deben estar presentes a la hora de realizar un cálculo si se trata de no perder dinero. Ya sea que el interés este en vender su empresa o aquellos que desean adquirir alguna ya en funcionamiento, poner el precio justo es una decisión sumamente difícil, pues el empresario que se desprende de su negocio al que le ha invertido dinero, tiempo pero sobre todo gran esfuerzo lo valora por un precio superior al que realmente tiene, ya que va incluido sentimentalismo en ello. El precio de una empresa, debe estar determinado al final de cuentas por su fondo de comercio, que será el indicador final de su viabilidad. En este grupo están incluidos todos los activos con que la empresa cuenta tales como mobiliario, maquinarias para su operación, equipamiento, contratos, licencias, clientes, modelos de empresa, registros de marcas y patentes, entre otros puntos a considerar, sin dejar de observar el sector en que esté operando y determinar su potencial crecimiento a futuro ya que de ser así el precio será mayor. Cualquiera que sea el caso para poder determinar el valor real de la empresa, es necesario medir la capacidad que tiene para generar dinero; por eso, a la hora de valorar los elementos que la componen, hay que hacerlo en función de lo que aportan a la empresa, no medirlos de manera independiente. Veamos algunos de los recursos más importantes a destacar en una compañía: Recursos físicos En esta parte debe estar incluidos los bienes tangibles, es decir: maquinaria, local, material, stock de productos, materias primas, mobiliario, etc. Este deberá ser el apartado más fácil de medir; su valor se estima sólo por el precio. Aquí es importante tener en cuenta la depreciación de las herramientas, maquinarias o vehículos, que lo rebajan. Si el local es de alquiler, valora su importe; si es un edificio propio, es importante tomar en cuenta los gastos de mantenimiento sin que tampoco dejes pasar por alto las partidas más visibles; recuerda que el mantenimiento requiere otros gastos que no deben olvidarse, como los gastos de material de oficina, suscripciones, teléfono, o correo. Recursos humanos Éste es el más importante, ya que son ellos los que finalmente saben utilizar las maquinarias, los materiales así como son quienes siguen paso a paso los procedimientos. Pero si se trata de ponerle precio al capital humano de la compañía, tendríamos que valorar además de los sueldos, las contribuciones por incapacidad laboral, el desempleo o bajas por enfermedad. No se trata sólo de calcularlo según los salarios y las cargas sociales, sino de ir más allá. Debes tomar en cuenta si va a haber prejubilaciones, si hace falta contratar más personal y cuáles son los perfiles que se requieren para tales vacantes disponibles, cuánto cuesta aumentar o disminuir el equipo. Saber las necesidades de equipo es fundamental para el comprador, ya que representa alrededor del 50% de la compañía. Recursos legales Otro puntos a destacar son : contratos, licencias, seguros o patentes, registros de marcas, exclusividades entre otras tantas. “Hay que cerrar bien todos los asuntos fiscales y mercantiles antes de la venta para evitar que surjan problemas después. Es altamente recomendable acudir a expertos en la materia, tales como, consultorías o expertos mercantiles y con esto evitar en lo futuro más de un disgusto. Acudir con un asesor profesional nos ayudara a negociar mejor no solo el precio sino las condiciones en que se cerrara el contrato de compra-venta. Recursos tecnológicos En tiempos actuales ser una empresa moderna y competitiva requiere inevitablemente, estar al día en todos los avances tecnológicos que hagan más eficiente la operación tales como equipos y programas informáticos, telefonía, conexiones a Internet, una página web propia, innovaciones (tanto en productos como en los procesos), caja registradora, terminales del punto de venta, sistemas de vigilancia y seguridad, son algunos de los elementos que se tendrán que valorar con detenimiento. Aunque algo también resulta cierto, debemos tomar en cuenta que la tecnología no dura para siempre. Los programas de cómputo día a día se van actualizando o van saliendo al mercado otros cada vez más completos, así mismo pasa con un ordenador, el cual requiere actualizaciones de manera periódica. Aspectos empresariales No debemos olvidar que lo que se compra o se vende es un proyecto y detrás del mismo hay años de experiencia, en definitiva, tu vida de empresario y esas son palabras mayores, en los que se incluyen aspectos como, tu cartera de clientes , contactos con autoridades, lista de proveedores que con el paso del tiempo te diste a la tarea de encontrar en ellos los mejores precios y productos, competitividad de la empresa, analizar y conocer tus fortalezas y debilidades , estrategias de márketing, planes de crecimiento, situación del sector, servicios externalizados o que requieren serlo, etc. De ahí la importancia de examinar en base a diferentes variables y poder determinar los aspectos cualitativos. “Le damos un peso de 1 y 5 al posicionamiento de la compañía entre los competidores, la competencia o su liderazgo, y el resultado se multiplica por los beneficios de los últimos años, analizando por ejemplo la cuota de mercado que puede alcanzar y las ventas que generaría; cuánto puede crecer el mercado y los precios que puedes manejar según lo que esté haciendo la competencia”. Ahora bien, la cartera de clientes y los proveedores es una arma de doble filo ya en el fondo se están traspasando relaciones humanas, de fidelidad y todo el trabajo que ello requiere; pero no queda otra salida que traducirlo a números, sin embargo ante una situación así , una de las claves es hacer un balance del flujo de ganancias y costos que suponen tanto clientes como compradores, para lo que hay que tener en cuenta los descuentos que se aplican por ambas partes y la diversificación con la que se trabaja, no depender de clientes estrella es una buena medida. Elementos económico-financieros Para muchos expertos, el punto que realmente cuenta a la hora de ponerle precio a una empresa es su capacidad para generar dinero, así que todo empresario debe evaluar el estado de salud de su empresa, hacer un balance del estado patrimonial , apalancamiento, necesidades de financiación e inversión, el cash flow que genera el negocio y por tanto la rentabilidad de la actividad que desarrolla, sin embargo no podemos inclinar la balanza hacia un solo aspecto , analizar a profundidad los estados financieros no pueden ser cosa de un par de meses y mucho menos en esta época. Se trata de mirar los resultados y márgenes obtenidos en los últimos años para ver mejor la evolución de la empresa; de hecho entre más datos podamos recabar, más fiables serán las valoraciones finales. ERRORES MÁS COMUNES AL MOMENTO DE LA VALUACION. 1. Sobrevaloración. Como es de esperarse el vendedor suele pedir por su negocio el 80% de la facturación anual, una cifra a todos luces demasiado alta; en EE UU lo normal es el 25%”. Pero normalmente el apego sentimental hacia su negocio hace que el valor real este muy por encima de la realidad. 2. Negociaciones interminables. Para Antonio Valverde, de AGM Abogados, “el proceso de venta debe durar entre seis meses y un año, pero nunca más”. De hecho, si en un año no has conseguido vender la empresa, es poco probable que cierres la operación, o al menos que la cierres con éxito. 3. Poca transparencia. Cuidado con las empresas cuyos estados financieros son poco transparentes. 4. Confusión. Otra situación no menos importante aunque poco común es que se llegase a presentar una confusión entre la venta del negocio con la venta del inmueble: puede que el comprador no quiera el local, pero sí esté interesado en la compañía. Métodos de valoración de una compañía o empresa 1. Método de múltiplos. La valoración a través del método de múltiplos es ideal en compañías que tienen algunos años en el mercado por lo que es recomendable tener los resultados de muchos años atrás. Se toman los resultados del año anterior, del presente y el que se espera obtener el próximo, y se multiplica por un número que suele estar entre 3 y 7. Esta técnica se aplica para las compañías que tienen un histórico consolidado y su crecimiento es regular. 2. Descuento del flujo de caja. Esta técnica bien puede implementarse en empresas jóvenes que no tienen un histórico, es la metodología más adecuada: no es otra cosa que proyectar los resultados de los próximos cinco años, dándoles un valor presente.“Es también el más usado por las pymes”. 3. Método patrimonial. La mayoría de las valoraciones de empresas se realiza utilizando los métodos anteriores, incluso algunos expertos indican que el 95% de las valoraciones se hace con estas dos técnicas. Pero no son las únicas. Aunque menos, también se recurre al Valor de Activos Ajustados (o método patrimonial), es decir, una valoración de todos los bienes tangibles de la empresa. “Es una fotografía de un momento dado, pero no toma en cuenta los intangibles”, advierte Oudeman. Además, sólo indica la situación en un momento concreto, olvidando que la empresa es algo dinámico. 4. El método por comparación (Reglas de la experiencia). Es útil para saber cómo se está moviendo el mercado: para valorar la empresa se toma como referencia las operaciones cerradas de empresas similares en el sector. “La experiencia te permite calcular unos ratios que sirven de guía”, aclara José María Varas. Estrategias que para aumentar el valor del negocio Los resultados de tu empresa no puedes cambiarlos de un día para otro, pero si puedes lograr mejorar la imagen de tu compañía, esto preparando la valoración con tiempo y aplicando algunas estrategias que ayuden la obtención de un mejor precio de venta. Forma parte de asociaciones empresariales mediante la afiliación a las mismas, trata de firmar algunas alianzas con otras empresas o instituciones. Busca la obtención de premios o reconocimientos que tengan valor o relevancia, es decir, que sean de organismos reconocidos. Intenta estar entre los mejores en algo y si puedes ser único en ese “Algo” pues que mejor. Participa en eventos: ferias, congresos, conferencias o ponencias, tanto nacionales como internacionales. De esta manera estarás demostrando una posición de liderazgo y referencia. Consigue clientes o firma convenios que te ayuden a aumenten el caché de tus productos o servicios y te sirvan como herramienta de márketing. Edita folletos o guías que puedas distribuir entre clientes, proveedores e incluso entre otras empresas. Sé transparente en la contabilidad de tu empresa y mantenla siempre al día en cuanto a actualizaciones etc. Trata de mantener un buen ambiente laboral. Sé flexible en la organización de la empresa y el desarrollo de la actividad. Sé autocrítico: se trata de mejorar, no de auto convencerse de lo bueno que es uno mismo.
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