
PYME MEXICANA CONSTRUYE CASAS USANDO LA TIERRA COMO MATERIA BÁSICA
Noviembre 27, 2015
DE LA TIERRA CONSTRUYE HOGARES; PYME TECNOLÓGICA MEXICANA LO HACE POSIBLE.
De la tierra, aunque usted no lo crea, puede surgir una casa, un departamento cumpliendo las normas más exigentes de construcción impuesta por cualquier autoridad. Una Pyme, POLEC, (Polímeros Ecológicos para la Construcción) lo hace posible luego de casi 6 años continuos de investigación.
Jorge Rodríguez y Gustavo Langle andan en esto desde hace poco más de ocho años, dándole vuelta a la idea de hacer posible levantar casas, estabilizar suelos, hacer posible incluso la construcción de centros comerciales de autoservicio sin el uso del convencional cemento o el tradicional ladrillo.
Lo hacen posible usando como materia prima la tierra o la arena existente en abundancia en la comunidad de que se trate. Sí leyó usted bien; esta pyme ha conseguido construcciones con base de arena de mar incluso.
Y el desarrollo tecnológico es de tales magnitudes que en Dubai se corren las validaciones necesarias para el uso de esta tecnología como material de construcción para “estabilizar” el suelo del aeropuerto de esa ciudad y corre también la posibilidad de que decidan aprovechar las ventajas en costos de la construcción de este polímero para usarlo en el levantamiento de los hogares necesarios para la comunidad que da servicios a la Ciudad de Abu Dhabi.
Aquí en México por supuesto que “la marrana tuerce bien el rabo” porque escaso impacto tiene este producto que habilita cualquier tierra como base de construcción.
Se trata de un polímero, un derivado plástico que funciona como adherente a la tierra disponible. Haga de cuenta que tiene usted tierra de su jardín, la cierne, la filtra para que no haya trozos muy grandes o piedras y esa tierra la mezcla con una suerte de lìquido blanco (en el exceso de simplificación le diría que con una suerte de “leche” plástica) que habrá de permitir hacer una mezcla con la que se harán tanto los ladrillos como las losetas de construcción así como la mezcla que se requiere para pegar los “ladrillos de tierra”.
Una casa hogar pequeño requiere de una resistencia de carga de 60 kilogramos por centímetro cuadrado. Esta tecnología supera los 150 kilogramos de capacidad de carga por unidad de medida. El ladrillo convencional está a $2.50 la pieza sin considerar el costo de transportación y descarga. El mismo ladrillo con base del polímero tiene un costo de $1.60.
Tienen estos mexicanos un modelo de “casa” rural con un área común, dos recámaras, parrilla eléctrica y servicio de cuatro focos de led con un sistema de conversión de energía solar en eléctrica y suelos tratados con la misma tecnología a los que se adicionan bactericidas que reducen significativamente el riesgo de enfermedades en la familia. Menos de 60 mil pesos vale este modelo de vivienda rural con aproximadamente 60 metros cuadrados de construcción y ecotecnologías que la convierten en una vivienda con innumerables ventajas respecto a la que actualmente dominan el escenario rural mexicano.